Resumen
Fragmento
Fue en el consenso realizado en 1991 en la población de Wingspread casa cercana a Racine, en el estado de Wisconsin, sede de estudios ambientales, cuando se acuñó el término de disruptor endocrino para describir el efecto que tenían ciertas sustancias exógenas para interferir con algunas hormonas en el organismo, causando alteración de la homeostasis, reproducción, desarrollo y/o conducta de un individuo(1)
Pero solo fue en 1993 cuando aparecieron las primeras publicaciones científicas, estableciendo que algunas sustancias difundidas en el ambiente alteran o bloquean los mecanismos endocrinos. Estos pueden actuar como agonistas o antagonistas de los receptores de estrógenos, andrógenos, hormonas tiroideas e insulina, entre otras(2).
Uno de los problemas de debate en relación con estas sustancias es que no tienen un efecto dosis-respuesta monotónica (mayor estímulo mayor respuesta) comprobado de manera experimental, sino que presentan una respuesta llamada en U que aún en dosis bajas podría presentar efectos tóxicos.
Referencias
1. Diamanti-Karandakis E. Endocrine Disruption Chemicals. An Endocrine Scientific Statement. 2009. 30(4): 293-342.
2. Vanderbeg LN. Hormones and EDC’s : Low Doses and Nonmonotoxicity. Endocr Rev. 2012. 33(3): 378-455.
3. Vanderberg LN. Bisphenol A and the Great Divide : A Review of Controversies in the Field of Endocrine Disruption. Endocr Rev. 2009. 30: 75-95.
4. Pérez M., Páez. A. Disruptores Endocrinos. En: Fisiología endocrina, Jácome A., Ardila E., Casas lA (eds) Ed. Manual Moderno. Asociación Colombiana de Endocri- nología, Diabetes y Metabolismo, Cap. 17, pp. 396-409. Bogotá, 2017.
Palabras Clave
disruptores
endocrinología
Para citar
Ardila, E. (2018). Los disruptores y la endocrinología. Revista Colombiana De Endocrinología, Diabetes &Amp; Metabolismo, 5(4), 4. https://doi.org/10.53853/encr.5.4.447